El Fantasma de La Quinta Heeren:A principios del S. XX, en la Quinta Heeren vivía un acaudalado comerciante japonés de nombre Seikuma Kitsutani, quien se dedicaba a la importación de todo tipo de mercadería. Debido a dos accidentes, en los cuales se hundieron los dos barcos que traían su mercadería, Kitsutani se fue a la quiebra y con ello su orgullo quedó herido. Por ser una persona de honor, Kitsutani decidió acabar con su vida, en el área de la Quinta conocida como “el palacete”, realizando el rito del “seppkku”. Tal acción causó conmoción en la sociedad de la época, y según otras fuentes, su esposa e hijos siguieron tiempo después sus pasos.
Desde ese trágico momento, el espíritu del japonés sigue paseándose por la casa donde vivió, siendo el fantasma más famoso de la antigua Quinta; haciendo sentir su presencia especialmente en las noches. Los actuales inquilinos de la quinta no son los únicos que han sentido su presencia: innumerables grupos de visitantes y técnicos de cine o televisión (la Quinta Heeren es muy apreciada para la realización de series y películas) han llegado a percibir su presencia, fotografiar sombras, luces, e incluso a filmarlas; así como ver con sus propios ojos, cómo una antigua silla cruje ante un peso inexistente: la antigua silla en la que supuestamente, acabó con su vida.
Los Fantasmas del Real Felipe:
Una de las leyendas del Real Felipe, ubicado en el Callao, es la del fantasma de una Reyna del S. XVIII que se aparece todas las noches en las escaleras y calabozos; y se dice, que se ha llevado a muchos soldados que cuidan el fortín por las noches.
La reyna también ha sido vista en los balcones y torreones del fuerte, y no son pocos los soldados que han decidido lanzarse desde lo alto espantados de terror al verla.
También se cuenta de gritos desgarradores en los calabozos del fuerte, gritos que pertenecerían a los antiguos prisioneros, que al parecer nunca pudieron abandonar su celda.
El Cadete Fantasma del Leoncio Prado:
Las apariciones en el Colegio Militar Leoncio Prado siempre se han dado a altas horas de la noche y en una sección ubicada como "La Siberia"; los testigos son, siguiendo la tradición militar, los jóvenes que montan guardia nocturna, recorriendo todos los ambientes del colegio mientras los demás duermen.
Según los testimonios, existe una aparición que casi siempre es perfectamente definida: un joven desconocido, vistiendo un uniforme de tiempos pasados y también realizando guardia; y cuando otro cadete trata de descubrir quien es este misterioso compañero, simplemente ha desaparecido.
Aunque los instructores, personal militar y profesores del plantel guardan silencio respecto al tema; para los alumnos y ex-alumnos el fantasma tiene nombre y apellido: Duilio Poggi Gomez; un alumno asesinado en 1946 al tratar de defender a una mujer de un robo, falleciendo apenas a los 16 años de edad. En honor a Poggi, el pabellón de quinto año lleva su nombre y su sepultura se halla cerca de La Cripta de los Héroes, en el Cementerio Presbítero Maestro.
Sin embargo, el fantasma de Poggi no sería el único espectro que recorre el Leoncio Prado; y es que, antes de que el colegio sea construido, en ese lugar se encontraba la "Guardia Chalaca", lugar en el que una vez ocurrió un incendio, en el que fallecieron tres de sus integrantes; esta sería la razón por la cual se escuchan pasos y se ven sombras que no solo pertenecerían al alma en pena de Duilio Poggi.
Asimismo, en la antigua enfermería del colegio también se han reportado frecuentes fenómenos y actividades paranormales.
No son las únicas historias fantasmales y paranormales en Lima, existen muchas más, pero esas serán para otro post.
No hay comentarios:
Publicar un comentario